Liturgia Eucarística: Suele llamarse canon = regla. Comienza
con el Prefacio, que es un canto. Hay diferentes prefacios,
unos provienen de la Iglesia oriental, otros de la romana,
esto es con el fin de unificar a la Iglesia.
Es una exhortación a elevar los corazones dejando todo lo
mundano porque en unos momentos Dios se va a hacer
presente. Se agradece a Dios su preocupación por los fieles,
dando gracias según la fiesta. No se da gracias por
cosas materiales en este momento, sino porque fortaleció la debilidad
humana y porque con la muerte no se pierde la
vida. Luego, el sacerdote nos invita a alabar (Hosanna), junto
con los ángeles y arcángeles, y a dar la bienvenida
a Cristo que está por venir.
Sigue con la Anámnesis,
para recordar la conmemoración del misterio pascual. Ofrecimiento de la
Víctima Divina. Después viene la invocación del Espíritu Santo o
Epíclesis, al poner el sacerdote las manos sobre el cáliz,
es el momento para que los fieles se arrodillen. Narración
de la institución de la Eucaristía: El canon puede variar,
pero, las palabras no varían en la narración. Al terminar
la narración, y antes de formular las palabras de la
Consagración, el sacerdote se inclina sobre el altar con el
fin de separar lo que era una narración y lo
que ahí va a suceder.
El sacerdote eleva primero el
pan diciendo las palabras de la Consagración, hace una genuflexión,
eleva el vino diciendo las palabras correspondientes y vuelve a
hacer una genuflexión. La Consagración es el punto central de
la Misa, la parte más importante, porque se vuelve a
celebrar el sacrificio incruento de la Cruz. Al terminar el
sacerdote dice: “Este es el misterio de nuestra fe”, como
invitación a los fieles a que se adhieran conscientemente al
misterio de la Iglesia. En esta parte se pide por
los vivos, por los santos, se conmemoran a los difuntos
y el sacerdote hace su petición personal. El rito de
la consagración termina con las palabras: “Por Él, con Él
y en Él, al Padre en unidad con el Espíritu
Santo, todo honor y toda Gloria por los siglos de
los siglos”, es la glorificación de la Trinidad (doxología). Si
se analiza éste es el objeto de la creación: la
Gloria de Dios.
Rito de la Comunión o Plegaria Eucarística: La
consumación del sacrificio, el banquete. Comienza con el Padre Nuestro.
La oración por excelencia que nos enseñó Jesús. Sus siete
peticiones toman un sentido especial cuando se recita, poder sentirse
hijos de Dios, contiene todo lo que se da en
el sacrificio de la Misa.
Oraciones por la paz: Se
pide la paz en la oración que enlaza con el
Padre Nuestro y la que enseguida se dirige a Cristo.
No se pide una paz externa, sino interna. Una paz
que exige valor, que es una lucha contra el pecado.
Se puede resumir en el encuentro de la Salvación. Cuando
se da la paz, se debe de tener una verdadera
disposición a ello, ninguna palabra mencionada en la Misa es
formulario.
La Fracción del pan: el sacerdote parte la hostia
consagrada en tres. La más pequeña la junta con las
demás. Se invoca al Cordero de Dios, que es el
que quita el pecado, lo destruye y que por su
sacrificio es el que da la posibilidad del desprendimiento de
los pecados. El sacerdote dice una oración con sentimiento de
humildad, pidiendo que lo libre de cualquier falta y que
cumpla sus mandamientos.
La recepción del sacramento,la Comunión: Si no
hubiera comunión, la Misa sería incompleta, no hay que olvidar
que Cristo, en la Última Cena, nos exhorta a ello.
El sacerdote comulga primero, luego la distribuye a los fieles,
quienes deben de estar conscientes de lo que van a
hacer.
Rito de purificación: Luego de haber distribuido la Comunión,
se limpian o purifican los objetos sagrados, con el fin
de que el cuerpo y la sangre de Cristo no
sean mal utilizados o sin la reverencia que se merecen.
La acción de gracias: Es elemental detenerse un momento para
dar gracias a Dios, que está dentro de los que
lo han recibido, y agradecerle todo los beneficios recibidos. Debe
de haber una postura de recogimiento.
La oración post comunión:
Se recita y relaciona la liturgia con la Comunión. Luego,
el sacerdote despide a los fieles y les da su
bendición, indicándoles, que han de seguir viviendo la Misa.
miércoles, 11 de enero de 2012
La segunda parte esencial de la Misa
10:38 a. m.
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