Cuando se asiste a Misa, lo primero que se hace
es, la Reunión, que significa IGLESIA - ECLESIA - del
griego = Asamblea Reunida. Todos se reúnen. Antiguamente, la preparación
para la reunión de todos los que se congregaban para
una celebración, se hacía con una procesión solemne.
La Santa Misa
es la celebración dentro de la cual se lleva a
cabo el sacramento de la Eucaristía.
Su origen se remonta
a los primeros tiempos de la Iglesia, en donde los
apóstoles y los primeros discípulos se reunían el primer día
de la semana, recordando la Resurrección de Cristo, para estudiar
las Escrituras y compartir el pan de la Eucaristía.
En la
Misa nos reunimos para celebrar recordando y viviendo la Última
Cena y el sacrificio de Jesús en la cruz. Nosotros
debemos escuchar con atención lo que Dios nos quiere decir
cada domingo en la Misa.
En ésta podemos participar en Jesucristo
de la siguiente manera: podemos ofrecer a Dios nuestra vida,
nuestras obras, pedir perdón por nuestros pecados y unimos a
Jesús por medio de la Comunión.
En la Misa va a
suceder un milagro: Dios se va a hacer presente y
se va a quedar con nosotros.
El nombre de “Misa”
se debe a que al terminar la celebración, el sacerdote
nos dice que vayamos a cumplir con la “misión” de
ser testigos de Cristo ante los hombres.
¿Cómo debemos vivir la
Misa?
En la Misa debemos poner atención durante las lecturas y
la homilía; devoción y adoración durante la consagración; y disposición
a cumplir la voluntad de Dios durante el Ofertorio y
la Comunión.
¿Qué posturas debemos tener en la Misa?
En la
Misa tenemos tres posturas diferentes: sentados, de pie y de
rodillas. Cuando estamos sentados estamos en actitud de escuchar con
atención, como lo hacían los amigos de Jesús. Cuando estamos
de pie estamos en actitud de estar listos y disponibles
para la llamada de Dios. Cuando estamos de rodillas estamos
en actitud de adoración a nuestro Dios y Salvador.
Cuando vivimos
la Misa correctamente obtenemos varios frutos: Entendemos la palabra de
Dios, crecemos en nuestra fe para reconocer a Jesús, nos
llenamos de alegría y paz interior; tenemos a Jesús presente
en nuestra alma y las fuerzas necesarias para cumplir con
nuestra misión.
Fuente: Catholic.net
miércoles, 11 de enero de 2012
La Santa Misa
2:09 p. m.
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